Paralizan las obras de dos parques de olas artificiales en Francia debido al consumo de agua y energía
Dos nuevos proyectos de surf parks han sido paralizados recientemente en Francia: uno en la localidad de Sevran, a las afueras de París, que iba a contar con tecnología de Wavegarden, y otro en la localidad de Saint-Père-en-Retz, a diez kilómetros del mar, cerca de Nantes.
La mayoría de sus críticas viene debido al alto consumo de agua y energía, la destrucción de zonas naturales, verdes y agrícolas, en substitución de un proyecto con un uso completamente artificial, además de su costoso uso y accesibilidad a la zona. Estas razones, generan a diario un mayor rechazo a todo tipo de proyectos de parques de surf artificiales de estas características.
No son los únicos parques de surf cuestionados
En Saint-Père-en-Retz, a diez kilómetros del mar, el proyecto Bergerie Surf Camp pretendía construir una infraestructura de ocho hectáreas destruyendo tierra agrícola. Los promotores se ha enfrentado a la oposición de residentes y grupos ambientalistas locales desde 2018, hasta que finalmente han abandonado el proyecto.
Por otro lado, en Sevran, a las afueras de París, el proyecto Terre d ́Eaux et de Cultureconocido como, “Tierra de agua y cultura”, pretendía construir un complejo de ocio de 32 hectáreas. Éste, incluía un parque de olas artificiales, viviendas, zonas de ocio y tiendas, aunque tras realizar una consulta ciudadana, toda la junta municipal ha votado en contra del parque de surf. Según el alcalde Stéphane Blanchet, «era demasiado costoso en agua y energía, y también podría haber causado afecciones negativas al tráfico y accesibilidad de la zona».
Durante los últimos dos años ya son, por lo menos cuatro, las instalaciones de olas artificiales paralizadas en Francia. A estas dos, se les añade el parque de Castets, a media hora de Hossegor y el de San Juan de Luz, que también fueron paralizadas por el activismo de ecologistas y surfistas.
Situación similar en España
La voz del colectivo de Antondegi Berdea, Jabi Iraizoz, del proyecto “Antondegi Verde – Las olas en el mar”, también lucha con el objetivo de paralizar el proyecto de olas artificiales en San Sebastián: “estamos siendo testigos de cómo la sociedad está tomando conciencia de los daños medioambientales y otras afecciones negativas que estas instalaciones pueden provocar”.
En el caso del proyecto de surf park de Antondegi, en San Sebastián, también luchan por paralizar estas obras con el apoyo de la comunidad surfera. Dan por hecho que las afecciones negativas son numerosas, y pretenden seguir trabajando hasta conseguirlo.
Estas organizaciones, sumado al colectivo de surfistas, pretende concienciar a la ciudadanía en general y también, a parte de la comunidad surfista que todavía no haya podido reflexionar sobre este tema y hacer más visible esta problemática.
