Juan Teran y La Vaca XL nos cuenta de primera mano como fue esta sesión. Ya habían entrado un par de marejadas medianas en las que La Vaca estuvo a punto de romper, así que confiábamos en poder inaugurar la temporada pronto. El lunes, en cuanto llegué y vi que había olas entré sin pensármelo, ya que tenía dentista unas horas más tarde y no quería perder mucho tiempo.
Fotos / Surfing Spain Magazine
El tiempo que estuve solo la verdad es que estaba bastante tardón, y el viento sur, que aunque lo deja muy bonito, hacía que estuviera difícil de bajar la ola. Aún así pillé una para calentar. Ya cuando entró el resto del equipo poco a poco se fue activando más, y conseguí pillar una buena. Al cabo de un rato entró una ola un poco más pequeña pero bastante más redonda y me giré sin pensarlo mucho. El primer tramo fue brutal, pero en cuanto perdí el control caí con todo. Tuve suerte y no me hice mucho daño, así que volví a por otra ya pensando que iba a pasar de ir al dentista… Al poco vino otra ola parecida, y me giré junto con Iker para darle.
Yo estaba más metido y de hecho le dije a Iker que le diera porque la ola estaba bastante hecha y pensaba que me iba a caer. La bajé bien, hasta que cuando lo tenía todo hecho me desequilibré y me caí, esta vez entrando con la cabeza en el agua primero y con todo el cuerpo en una posición extraña. En cuanto choqué contra el agua noté un hormigueo desde la cabeza hasta la punta de las manos y los pies, y me pasé todo el revolcón comprobando que movía todas las articulaciones bien. Cuando salí de debajo del agua vi la tabla partida, aunque con los dos cachos todavía unidos, pero me di la vuelta y tenía una serie cayéndome encima, que duró 4 olas. La tabla terminó partiéndose del todo y tuve que salir con un cacho pequeño. Lulen vino a ayudarme, pero en ese momento estaba bien y no lo necesité, aún así se agradece el buen rollo que hay entre todos, sobre todo en esos momentos.
Juan Teran y La Vaca XL
Cuando ya estaba casi fuera, a un par de metros de las piedras por donde se entra, vino una serie, formando una corriente que me empezó a alejar otra vez de la salida. Después de luchar contra la corriente un buen rato y ya bastante hecho polvo, decidí pegarme a las piedras más cercanas y esperar a que una espuma me empujara contra ellas. Al final vino otra serie, me empotró contra las piedras y conseguí engancharme y escalarme como pude… Salí del agua, posé la tabla en la furgo y partí las gafas de ver que estaban debajo… y me fui al dentista jejej
Quitando el pequeño susto, la sesión fue perfecta para empezar la temporada, la cual está tardando bastante en empezar. A ver si ahora que ha llegado el invierno de verdad nos sorprende alguna sesión potente… Mientras tanto, a ir al fisio para arreglarme y entrenar!!
Surfing Spain Magazine Nº 2
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